martes, 21 de julio de 2009

Nicaragua celebra 30 aniversario de la revolución sandinista



Una marea rojinegra acompaña este domingo en Managua, al presidente nicaragüense, Daniel Ortega y a su esposa, Rosario Murillo, para celebrar el 30 aniversario de la revolución sandinista, evento organizado por el partido gobernante en memoria de Augusto César Sandino, quien puso fin a la cruenta dictadura de Anastasio Somoza Debayle en 1979.

El acto se realiza en la Plaza de la Fe "Juan Pablo II", de Managua, donde se encuentran reunidos miles de seguidores que han llegado de todo el país, en medio de un despliegue de seguridad de 3 mil policías.

Al evento, asisten la presidenta de la Asamblea Nacional venezolana, Cilia Flores; el canciller de esa nación, Nicolás Maduro; la líder indígena guatemalteca, Rigoberta Menchú; el delegado de Ecuador, Ricardo Patiño; y la canciller de Honduras, Patricia Rodas; así como delegaciones de diversos países latinoamericanos.

La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, se dirigió brevemente a la multitud, donde exclamó que "viva el frente y las mujeres que han hecho posible la revolución, que luchan por la justicia social, para cambiar los esquemas de humillacion y racismo. Lo difícil de la victoria es alcanzarla, pero más duro es sostenerla".

Numerosos logros sociales exaltan la celebración de este 19 de julio, como la erradicación del analfabetismo en Nicaragua, que será decretada oficialmente durante las celebraciones patrias, los programas de asistencia médica, la gratuidad de la educación pública y el programa de mejoras para las viviendas "Por una casa mejor".

Nazareth Balbás, enviada especial de la Agencia Bolivariana de Noticias de Venezuela, constató que "los nicaragüenses de la capital se detienen en pleno tránsito vehicular para conseguir las banderas que se venden por quince córdobas cada una, emblema que ondeará para recordar una victoria alcanzada con fusiles, de una revolución que según sus protagonistas, esta vez llegó para quedarse".

Por su parte, Rosa Esquivel, una de las mujeres combatientes de la época que con su título de comandante encabezó la lucha contra el régimen somocista, resaltó que "ha habido muchos logros en esta etapa en que hemos vuelto al poder y ahora que contamos con el apoyo de la ALBA hemos visto beneficios mayores (...) De seguro si no tuviésemos hoy la ayuda de combustible que nos envía Venezuela hubiésemos vuelto a la época de los candiles".

La comandante Esquivel, expresó que la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) llegó para fortalecer la unión latinoamericana.

"Gracias a la ALBA, sabemos que los gobiernos de izquierda no estamos solos, somos cada día más y tenemos la esperanza de que Honduras no se pierda", apuntó.

Asimismo, este domingo se anunció que el presidente venezolano, Hugo Chávez, participará en la celebración del 30 aniversario de la Revolución sandinista, que fue el comienzo "de una nueva historia para Nicaragua".

"En este gran día estaremos en Managua, acompañando al pueblo sandinista y a su gobierno, para celebrar este 30 aniversario rojinegro con las grandes mayorías de nuevo en el poder, con Sandino comandando otra vez la nueva batalla por la dignidad", dijo en su acostumbrada columna dominical.

El mandatario venezolano, aliado del actual presidente nicaragüense, Daniel Ortega, subrayó que la lucha contra la dinastía de los Somoza fue una "gesta popular marcada por el heroismo y el sacrificio" y recordó que el 19 de julio de 1979 fue un día "de consumación revolucionaria".

"Cuando los pueblos se empeñan en conquistar la libertad, no hay quien los detenga. Esfuerzo noble y aguerrido el de los nicaragüenses, que la historia recompensó", agregó Chávez.

Por último, el mandatario venezolano lamentó que este día de fiesta se viera empañado por la situación que vive Honduras, donde se instauró un gobierno de facto, tras el golpe de Estado que expulsó al presidente legítimo Manuel Zelaya del poder.

"Si Nicaragua venció un 19 de julio de 1979, más temprano que tarde, Honduras vencerá. Fuerza y resistencia, hondureños, que la razón y el destino los acompañan", aseguró Chávez.

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Los desafíos de la izquierda ante el accionar de la derecha









































































































































































































































































Por Patricio Echegaray

Más allá del resultado valioso de sectores avanzados y de la elección de algunas personalidades notables que van a ingresar al Parlamento, lo esencial es que los grandes ganadores son distintos personajes de la derecha. Este sector ha cumplido su objetivo general de avanzar en la política de desgaste y demolición del gobierno, y se dispone a capitalizar y desarrollar su éxito. Conviene analizar la situación argentina muy vinculada a los sucesos de Honduras, que coinciden en su inicio con el desarrollo del acto electoral de medio mandato en nuestro país, el 28 de junio.

Es evidente que en América Latina hay una fuerte intencionalidad de la derecha de detener el proceso de cambios antineoliberales que se empezó a desarrollar, sobre todo, a partir de la instalación de Chávez como presidente de Venezuela, extendiéndose con diversas características por el continente, amenazando con consolidarse y ubicando a nuestro continente a la vanguardia de una ola de cambios progresistas que resulta inspiradora para distintas regiones del mundo.

El entrelazamiento de los dos sucesos, las elecciones en Argentina y el golpe en Honduras, permiten pensar que el enemigo de nuestros pueblos, el imperialismo norteamericano, las derechas oligárquicas, las burocracias políticas y militares al servicio de esas derechas, están dispuestos a emplear todo tipo de recursos. No hay ninguno que sea suficientemente nuevo como para desecharlo y ninguno que sea suficientemente viejo como para olvidarlo. Golpes de estado militares al más rancio estilo de las décadas 60 y 70, como los que se produjeron en Venezuela y hoy en Honduras; los jaqueos electorales, el aprovechamiento de los errores y debilidades de los gobiernos, las corporaciones mediáticas consagradas en nuestros países, la manipulación permanente del tema “seguridad”, todo sumado, configuran un panorama que venimos denunciando desde hace un par de años, en la región y nuestro país. Esto genera un clima político marcado de manera creciente por la contradicción entre profundización y radicalización de los procesos surgidos del fracaso del neoliberalismo o la restauración de las pautas negativas de la década del 90, tal como se proclamó sin ningún complejo por parte de distintos exponentes de la derecha argentina durante el reciente proceso electoral.

Con tal perspectiva es de gran importancia la actitud del gobierno argentino de implicarse en la solución positiva del conflicto hondureño, junto con otros presidentes y gobiernos de la región, el venezolano, ecuatoriano, paraguayo, el salvadoreño, el nicaragüense, la propia OEA resultante de los acontecimientos de San Pedro Sula, precisamente en Honduras. Estos gobiernos plantean correctamente como única solución posible del conflicto hondureño, el retiro de los golpistas y la reposición en el gobierno del presidente constitucional, Manuel Zelaya. De la solución positiva de esta circunstancia depende un round muy importante del choque entre derecha e izquierda en nuestro continente.

Multiplicidad de crisis y elecciones

La elección en Argentina ha sido un suceso que se ha vivido bajo el impacto de la multiplicidad de crisis que afectan a nuestro país, en primer lugar, la crisis financiera y económica que vive el capitalismo mundial y que afecta y agrava a la crisis propia del capitalismo argentino. También bajo el impacto de otras crisis, como la de gobernabilidad, que quedó abierta después de la derrota del gobierno y de quienes lo acompañaron en el intento de intervenir sobre la gran renta agraria. También influenciado por una crisis más general de representación política que se viene dando desde antes de 2001 y que continua. Siendo imposible obviar la propia crisis del campo popular y la izquierda, todavía impotentes en la creación de una nueva fuerza amplia, profunda y en consecuencia capaz de levantar un proyecto alternativo de liberación nacional y social.

Evaluación

Es importante una evaluación lo más adecuada posible del resultado electoral. Desde el gobierno, fuertemente impactado, se ha impulsado un análisis cuantitativo del que surge que en la provincia de Buenos Aires se perdió por poco y que en el resultado general nacional se ganó por poco.
Si bien existió una visión de que las fuerzas del gobierno en el Parlamento iban a quedar disminuidas y que la crisis de gobernabilidad se iba a profundizar más o menos de acuerdo al volumen de esa pérdida, lo que no aparecía como probable era la posibilidad de la derrota de Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Al producirse la derecha obtiene un importante trofeo logrando desplazar a Kirchner de la presidencia del PJ y de sus probables presidenciables para el 2011. Con este impacto se visualiza claramente la desarticulación del proceso de la transversalidad y el intento de pilotear desde el PJ la conducción de su proyecto político.

Entendemos que una lectura cualitativa, franca, sin ambages de un suceso político importante como fueron las elecciones del domingo 28, surge que el resultado es que el Gobierno y junto con el Gobierno, independientemente de los humores respecto de ese mismo gobierno, todo lo que se llama progresismo, la izquierda, han recibido un derechazo en el mentón, que no nos pone nocaut, que no define el combate, pero nos obliga a rearmar la guardia para continuar la pelea con mejores perspectivas en la etapa que se abre.

Objetivos de la derecha

Más allá del resultado de sectores progresistas y de la elección de algunas personalidades notables que van a ingresar al Parlamento como Sabbatella, Heller, Solanas y otros, lo esencial es que los grandes ganadores son distintos personajes de la derecha (aparte de consideraciones sobre la pérdida de votos de Michetti, Macri, o el tercer lugar de Carrió, el triunfo escaso de De Narváez, al igual que el de Reutemann en Santa Fe), lo concreto es que la derecha ha cumplido su objetivo general de avanzar en la política de desgaste y demolición del gobierno. Ahora puede verse que no se le “salió la cadena” a Macri en sus declaraciones, quería realmente reafirmar los contenidos de un voto que sabía se iba dar tanto en Capital Federal como en provincia de Buenos Aires. Como era previsible las derechas se lanzarán a desarrollar su avance. Surge entonces la necesidad de prever los escenarios que tienen ante sí los vencedores. Son básicamente dos caminos, uno, profundizar un proceso que acelere la posibilidad de encaramarse en el gobierno, todo esto estimulado por el golpe en Honduras, sobre todo si este logra consolidarse; y apoyándose en un poderoso caballo de Troya insertado dentro de la institucionalidad gubernamental, como es el vicepresidente Cobos. Perciben ante si posiblilidades de estimular un proceso destituyente o hablando más directamente golpista.

Escenarios

No es esta la única alternativa, otro escenario es el de la creciente dificultad económica que la repercusión de la crisis internacional irá generando en nuestro país, y que les permite presionar fuertemente para retacear el pago de impuestos, para golpear el salario y el empleo y por supuesto para una disminución del gasto público. Y tampoco les desagradaría que las políticas sucias necesarias para llevar adelante estos siniestros objetivos las apliquen los gobernantes actuales, con lo cual profundizarían los procesos de desgaste y desprestigio, sirviendo en bandeja el gobierno a los restauradores en 2011.

La prudencia aconseja no descartar ninguno de estos dos caminos, son posibilidades que tienen en su haber. Si hubiera que opinar, considero mas probable el camino de desgaste, aprovechando el impacto de la crisis internacional en los meses futuros y las mayores dificultades en el proceso económico del país, lo que les da un campo amplio para empujar la pelea por la eliminación de las retenciones y la disminución de la presión recaudadora impositiva del gobierno, que viene pegada como la sombra al cuerpo, a la exigencia de bajar el gasto público y lograr, de hecho o de derecho el retorno a la flexibilización laboral que les permita ajustar cuentas con los trabajadores por la vía del menor salario y del menor empleo.

Por supuesto, tampoco se hará esperar el intento de restaurar las relaciones carnales, así lo muestra la oleada de opiniones furibundas sobre la correcta actitud del gobierno en relación al golpe en Honduras. Mirtha Legrand, convenientemente “rodeada de los ganadores, Macri, Michetti, De Narváez y Solá” lanzó la campaña sistemática en contra de la participación de la presidenta en la búsqueda de revertir el golpe en el país hermano.

Gobernabilidad

En su conferencia de prensa la Presidenta declaró su voluntad de garantizar y defender la gobernabilidad, consideramos necesaria esta explicitación, puesto que hay una crisis de gobernabilidad abierta desde la derrota ante los ruralistas. Para ministros y gobernadores como Fellner que han empezado a quejarse por las acciones de Cobos, conviene anotar que esta es una expresión de las fisuras en la gobernabilidad, que puede ser aun más erosionada a partir de un parlamento menos amigable por la disminución de diputados propios y el incremento de diputados de la oposición.

Superar las trizaduras de la gobernabilidad requiere también evitar estancarse en una visión puramente institucionalista sobre la misma e incorporar el concepto de gobernabilidad a partir del ejercicio de la soberanía popular en base a la movilización de las masas populares, lo que a su vez requerirá políticas más enérgicas de distribución de riqueza, de defensa de los recursos naturales y avances aun mayores de los realizados en nacionalizaciones sin olvidar el estímulo a los distintos rubros de la economía social y el avance con las leyes de
servicios audiovisuales o de entidades financieras entre otras.

Causas

A nuestro entender resulta difícil disimular, y no conviene hacerlo, que la derecha ha dado un paso en sus planes, las causas por las que pudo hacerlo son numerosas y complejas, trascienden la cuestión formal sobre los métodos del gobierno, las supuestas y/o reales incapacidades para el diálogo y los consensos, causas a las que se alude desde los medios y desde las figuras de la oposición.

En realidad, más que a estas cuestiones formales, se ataca a los temas por los cuales este gobierno representa, sino un modelo acabadamente distinto a los 90 -cosa que a mi entender no sucede por la supervivencia de enfoques de tercera vía que lo limitan, sobre todo en el tema cardinal de la distribución de la riqueza- un rumbo distinto asentado en enfoques sobre derechos humanos, la valoración de los intentos de cambio de la juventud de los 70, la búsqueda de una presencia del estado en los problemas de la sociedad, en la economía, la recuperación de áreas privatizadas y muy especialmente en acciones de soberanía en política exterior. Política que tiene en su haber sucesos tan importantes como Mar del Plata, Costa do Sauipe, la intervención positiva en el tema colombiano, el fuerte vínculo con Venezuela, el respaldo a las nacionalizaciones venezolanas y ahora en el tema Honduras, o sea, un piso de diferenciación muy importante en relación a las políticas de la década del 90, aunque sean evidentes las insuficiencias y la necesidad de ampliar los límites, “saltar las vallas”, “volcar las copas”, todas las cosas por las que luchamos y reclamamos una y otra vez.

Ruptura

No podemos olvidar el anuncio en el discurso de asunción en el parlamento en el año 2003 respecto a reflotar un proyecto de capitalismo nacional asentado en la alianza de la burguesía nacional y los trabajadores, Kirchner evolucionó a la constitución de un bloque histórico compuesto por la clase obrera representada por la CGT con los sectores que él consideraba la burguesía nacional. En realidad eran los grandes grupos económicos agro exportadores y los grupos de la gran industria acaudillados por Techint, ambos hace tiempo ya, degradados de burguesía nacional a grupos económicos locales atados fuertemente a los intereses trasnacionales. Este enfoque difiere en la práctica, no sabemos si también en la teoría, de la alianza establecida por Perón durante su último gobierno, en donde trataba de vincular a los trabajadores con la pequeña y media burguesía a través de su relación con Gelbard.

No debemos olvidar que la crisis con los ruralistas es, de hecho, el primer gran dato de desgajamiento de este bloque formado por el kirchnerismo que pierde a su aliado agrario, para pasar a perder posteriormente al aliado industrial, según consta en numerosas declaraciones de las nuevas autoridades de la Unión Industrial, usando como detonador la considerada “débil actitud en defensa de los intereses argentinos” ante la nacionalización de Techint en Venezuela, actitud que valoramos.

Cuando se habla de la influencia directa del conflicto agrario sobre el ánimo electoral y el resultado, debe leerse más allá de la formación de un partido agrario con representación parlamentaria, se trata de la ruptura del bloque político- social intentado por Kirchner. Se perciben con bastante claridad los amagues de agrupamiento de la derecha y se ve que estos sectores del bloque político social de la burguesía local, tanto rural como industrial, han perdido la confianza en Kirchner o no consideran que los represente y buscan en una derecha recompuesta un representante más sólido y eficaz para sus intereses. Mientras tanto no se constituye un sujeto político que pueda representar el bloque político social compuesto por la clase obrera, los pobres y los sectores medios de la ciudad y el campo que debe confrontar con el bloque antes señalado.

El abandono de la transversalidad, no haber otorgado la personería a la CTA, el estacionamiento en el peronismo, no resuelven el problema de una fuerza política que pueda representar a estos sectores populares. Esta carencia explicaría no solo el insuficiente aporte en relación a lo esperado en la votación del segundo cordón del Gran Buenos Aires, sino la importante masa de votos para un personaje tan avieso como De Narváez, para colmo en alianza y subordinado con Mauricio Macri.

Poder mediático y articulación

La correlación de fuerzas con la que Kirchner afrontó la elección debería ser complementada con un análisis sobre el accionar del poder mediático que excede los alcances de esta nota, pero que no nos exime de consignar que funciona a la cabeza de la rearticulación de la reacción de la derecha en todos los procesos de mayor o menor alcance para superar el neoliberalismo en América Latina. Así ha sido en Argentina, donde han actuado igualando en perversidad a los medios venezolanos. Al mismo tiempo es una materia obligatoria pensar por qué Kirchner habiendo gozado de un periodo de bonanza tan importante no haya pensado en fortalecer la capacidad mediática propia.

En realidad es muy posible que haya pesado en él la concepción tan común en algunos partidarios de la tercera vía que se mueven con el concepto del referente, los medios y la gente, lo que perjudica terriblemente, tanto la construcción de una fuerza política, de un sujeto político capaz de representar al sujeto social, como la voluntad para tener una política comunicacional propia. Los medios del sistema, más allá de las concesiones que se les hagan por importantes que sean, cuando el rumbo de la política choca con sus intereses, pasan de amigo a enemigo con una facilidad absoluta.

Este equívoco en relación al bloque político social capaz de respaldar el rumbo de algunas políticas de Kirchner y la falta de un sujeto político adecuado para representarlo, explica porque no le es posible capitalizar suficientemente los seis años de crecimiento a tasas chinas, el descenso en la pobreza, la desocupación y la indigencia. Es necesaria la existencia de sujetos políticos que vinculen los mejoramientos que pueda haber en la vida de determinadas capas de la ciudadanía a determinadas políticas y a determinados políticos. De lo contrario, como queda demostrado, no es difícil considerar que el mejoramiento mayor o menor es producto del esfuerzo individual, o de la coyuntura internacional y, en los marcos de la crisis de representación política abierta en 2001 y reabierta con la crisis del campo, es mas que lógico focalizar las muchas carencias y desigualdades solo en la responsabilidad del gobierno y explicarse la animosidad y el castigo de amplios sectores medios, obreros y populares.

Representación política

La crisis de representación política tiene un punto fundamental en que la política en general no es percibida como un elemento de transformación de la realidad y sus múltiples problemas, sino que se la ubica en el terreno de lo malo o lo sucio, y a los políticos en un río revuelto de chorros, especuladores, vividores, que los hay. Al mismo tiempo ninguno de estos elementos es gratuito, tienen que ver con la responsabilidad histórica de las fuerzas políticas burguesas tradicionales que nunca dieron respuestas a la crisis del capitalismo argentino y particularmente a los sucesos de saqueo, marginación y decadencia generalizada concentrados en la década del 90.

Por otra parte el camino de gestación de una nueva identidad política, con numerosas fuerzas que tienen que encontrarse para producir este fenómeno, como lo son la cultura de la izquierda que viene del marxismo, del peronismo, del enfoque social demócrata, la que viene de la iglesia de los pobres y la teología de liberación, explica la cantidad de esfuerzos invertidos y los fracasos. También indica que hay grandes obstáculos que deben ser removidos y quizás deben serlo desde una concepción ética. En efecto la concepción de la unidad se ve afectada por el sectarismo que nos caracteriza a la gente de izquierda en la Argentina. Sectarismo que afecta a la construcción de un instrumento apto para la liberación nacional y social, que pueda contribuir al proceso revolucionario que con tanta fuerza predicamos.

La unidad y la superación del sectarismo se convierten entonces en una poderosa exigencia ética, para lograr coherencia entre lo que proclamamos y lo que hacemos. Nadie cree que manteniéndonos aislados, reciclando luchas de capilla, podamos hacer algo efectivo para modificar la correlación de fuerzas y afectar al poder de las clases dominantes y al imperialismo en nuestra patria. El discurso de poder popular y la construcción de poder popular antes, durante y después de la toma del poder, de la toma del aparato del estado, ha ganado espacio en la Argentina y lo hace superando no pocas dificultades, entre otras, la concepción de luchar por el poder dando la espalda al poder, o pretender luchar por el poder al margen de la política y de las fuerzas políticas, depositando toda la responsabilidad en los movimientos sociales. Además de muchas otras visiones de carácter evolucionista o foquista en relación a este importante tema.

Pero es verdad que la falta de una fuerza política capaz de hacerse visible, de aparecer terciando en la lucha de clases real, es una carencia de tal magnitud que hará imposible mientras subsista el desarrollo de bases importantes de poder popular.

Nuestra posición internacionalista, de solidaridad internacional revolucionaria y latinoamericanista, también se ve fuertemente afectada por esta crisis de alternativa, todos los gestos de solidaridad son importantes y valiosos, pero sin duda el más importante gesto de solidaridad que necesitan los pueblos latinoamericanos, en primer lugar Cuba socialista, en lucha por su segunda y definitiva independencia es que la Argentina se incorpore al torrente de lucha liberadora que se está librando en el continente.

Eso requiere de una izquierda con otro peso específico en nuestra sociedad, no se puede ni se debe entender que su función es aplaudir al gobierno por lo que hizo o tirarle piedras por lo que no hizo. En el menú de posibilidades políticas siempre existe la posibilidad de confrontar u oponerse a las medidas incipientes o negativas de un gobierno, la posibilidad de apoyar enfoques que pueden ser positivos, pero lo fundamental es la capacidad propia, autónoma, independiente de la izquierda de construir su propia fuerza y contribuir desde allí a las transformaciones profundas, dotándose a su vez de la política de alianzas que las circunstancias exijan. Como se ve, es imprescindible superar el sectarismo, el dogmatismo y por ese camino dejar atrás la fragmentación y dispersión que nos afecta y esteriliza y convertir a la izquierda argentina en una fuerza capaz de influir seria y radicalmente en nuestro país y en el continente.

Nuestra participación electoral

En cuanto al escenario electoral hemos tratado de participar en un contexto de profunda crisis de alternativa política del campo popular, y sin contar por lo tanto con una fuerza de carácter nacional que pueda aparecer en todos los distritos representando la unidad de la izquierda o por lo menos la unidad de una parte fundamental de las izquierdas.

Nuestra línea fue por lo tanto tratar de impulsar alianzas electorales que privilegiaran la confrontación con la derecha y por lo tanto se orientaran a unir a los sectores fundamentales de la izquierda en cada distrito. Pensamos que había que agrupar a los sectores de izquierda que estaban cercanos al kirchnerismo, los que se expresaban en contra y con fuertes críticas, los que aun con críticas y opiniones propias se mantenían en la cercanía y alianza con el kirchnerismo, los que habían optado por una posición de confrontación y los que desde una política autónoma, comparten o disienten según las circunstancias. Lo concreto es que ha sido una política que ha corrido distinta suerte, la hemos abordado desde la relación con los compañeros del Partido Humanista, nuestros aliados desde el Fral, y ha tenido resultados absolutamente modestos que incluyen desde regionales en donde hemos tenido que presentarnos solos o en alianzas parciales, habiendo logrado en pocos casos concretar alianzas con el conjunto de los sectores.

Hay ejemplos que valoramos como el Encuentro Popular para la Victoria, en la Ciudad de Buenos Aires, la alianza en Salta, Córdoba, la alianza en la provincia de Buenos Aires con el Edi, en Corrientes, La Rioja, San Juan y Mendoza.

Por supuesto la crisis de representación está siendo abordada desde la derecha que la capitaliza y es poderosamente alentada por la derecha internacional y por los sectores que han roto con el kirchnerismo, ya que no pueden suscribir su rumbo político. En la nueva derecha, al estilo Partido Popular español, que trata de conformarse en la Argentina, no se recompone el viejo peronismo o el viejo radicalismo, sino que se potencian las camarillas de derecha que siempre existieron al interior de esos partidos representadas por nuevos rostros. Por supuesto en la recomposición de esta nueva derecha no es ocioso ver una forma de capitalizar y dar respuesta a la poderosa crisis internacional. En ella está la voluntad de los sectores más reaccionarios del imperialismo norteamericano de recomponer el poder en América Latina, por lo que tratarán de complicarle la vida a todos los gobiernos de la región que han osado tomar un rumbo de soberanía e independencia. La Nación proclama con entusiasmo que la derrota del gobierno argentino significa también una derrota para Chávez, dado que perdería aliados. Afirmación a partir de la cual puede establecerse la relación entre el zarpazo golpista en Honduras y el zarpazo electoral en Argentina.

Una de las alianzas sería hegemonizada por Macri, la UCR vanguardizaría la alianza pan radical. Sin embargo no todo les es favorable, no les faltan contradicciones, tienen todavía mucho que caminar. Es alentador que en donde gobiernan y deben mostrar capacidad de gestión como en Buenos Aires, han sufrido considerable pérdida de votos que no debe ser tomada de una manera lineal porque son elecciones de distinto carácter, pero es verdad que es un deterioro, que indica una tendencia al desgaste, lo que demuestra que para nada son invulnerables.

Por su lado Kirchner ha reaparecido en el panorama pos electoral luego de su renuncia a la presidencia del PJ planteando la voluntad de construir una fuerza capaz de sustentar su proyecto, claro que esto lo obliga a ocuparse con más precisión en la definición de la alianza de clases que pretende representar.

El campo popular fue a las elecciones en el marco de una gran crisis respecto a la construcción de una alternativa política de carácter popular, democrático, antiimperialista.

Los éxitos valiosos de Sabbatella, Solanas, Heller y algunos agrupamientos en el interior del país, no resuelven esta carencia. Está planteado como problema y tarea principal resolver en el campo popular y la izquierda, el paso a una etapa de creación de una fuerza nueva producto de la convergencia en pluralidad y diversidad de las diversas tradiciones político-ideológicas, que deben llegar a la conclusión de que es imposible, desde el aislamiento, desde lo individual de cada agrupamiento generar una fuerza transformadora creíble y visualizable. La ausencia de esta fuerza es nuestra principal debilidad pero también la principal fuerza de la derecha en su proyecto restaurador para el 2011.

Sin embargo desde la convergencia en unidad, respetando la diversidad y pluralidad, puede avanzarse en la composición de una nueva identidad política contenedora de las distintas parcialidades que puede adquirir una dimensión importante por la sola superación de lo fragmentario, pero que sobre todo podría abrir una nueva historia en la política de acumulación. Esta fuerza tendría que ser muy amplia en su composición y al mismo tiempo profunda en su contenido. No plantea dificultades insalvables lograr coincidencias político programáticas, tampoco en cuanto a metodología de convivencia democrática, porque hay ejemplos como el Frente Amplio uruguayo, incluso se puede hablar de la experiencia del FMLN, de la del PT de Brasil. Y también la historia de experiencias unitarias hechas por la izquierda argentina, que contiene numerosas enseñanzas de una riqueza extraordinaria, donde esta el Encuentro de los Argentinos, la Izquierda Unida, el Frente Grande, el Encuentro por la Soberanía, el Frente del Sur, etc. Todas experiencias destacables que pueden aportar a lo que se debe hacer y a lo que no se debe hacer. De lo que se trata es de abrir un programa de consultas y acordar un plan de acción posible de ser iniciado rápidamente alrededor de iniciativas por temas puntuales, ya sea el repudio al golpe en Honduras o de carácter nacional como la lucha por la ley de servicios audiovisuales u otros temas, al tiempo que se va desarrollando un sistema de debates y encuentros entre militantes de distintos partidos, movimientos, sectores, grupos políticos destinados a construir esa fuerza. Sin duda los espacios que han tenido desempeños electorales apreciables, como Proyecto Sur de Solanas, el EDE de Sabbatella, el Encuentro Popular de Heller y muchas alianzas de izquierda en el interior del país pueden contribuir mucho a la solución del grave problema de la dispersión disponiéndose a coordinar la futura acción parlamentaria, a dialogar entre si y convocar a encuentros más amplios en el menor tiempo posible.

Sin duda no es la primera vez que decimos estas cosas, pero lo concreto es que estas grandes dificultades en la construcción de la fuerza unitaria de las izquierdas no han logrado superarse.

Los comunistas entendemos que venimos haciendo esfuerzos consecuentes, y no vemos sinceramente otros caminos que no sean el de la convergencia, el de la unidad para superar esta situación.

Sin embargo las exigencias van más allá de lo político, se ve que el sectarismo, el individualismo, el personalismo, el hegemonismo, la ilusión de que una fuerza por si sola puede solucionar este grave problema se ha instalado profundamente en la forma de ser de la izquierda de la Argentina.

Para la confluencia de esas fuerzas que sería trabajoso individualizar dado el enorme archipiélago que conforman, quizá ayude comprender que hay grandes culturas políticas en la que abrevan, el marxismo en todas sus variantes, el peronismo, el radicalismo, la teología de la liberación, y que tienen todas ellas la exigencia ética de crear una correlación de fuerzas que pueda terciar, lograr otro peso específico del torrente liberador en nuestra patria.

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Qué clase impone qué agenda

(Por Fabián Amico)

S
obre pactos, diálogos e intereses sociales. La presidenta llamó a un diálogo "amplio" a los sectores políticos y productivos, con la idea de sentar en una misma mesa a representantes de "las finanzas del país; a la industria; a los servicios que definen todo el cuadro tarifario; al sector de la energía; al sector del campo y, por supuesto claro, a los trabajadores". No es una idea nueva y se puso de manifiesto varias veces en la historia nacional bajo la forma de pactos o concertaciones económico-sociales.

El pacto es evocado en medio de una particular y virulenta puja distributiva que cuenta con varias fuentes de alimentación y diversos protagonistas. Una fuente principal es el conflicto en torno a las retenciones: la captación de la renta agropecuaria (o de los productos primarios) involucra, de hecho, al gobierno (ingresos fiscales), al sector agropecuario (renta), a los industriales (ganancia) y a los trabajadores (el salario). También involucra a los acreedores externos (intereses de la deuda), porque del resultado de la puja anterior surge el excedente fiscal que manejará el Estado para pagar la deuda pública.

Sobre este conflicto se superpone otro, de carácter más general, entre los salarios y las ganancias. Y para colmo, los intentos de procesar esta puja por el ingreso se producen, al menos hasta ahora, en ausencia de un indicador de referencia confiable para ordenarla, ya que la manipulación de los precios del Indec dejó a la economía sin brújula. En cierto sentido, la presencia de un índice de inflación creíble apunta también a crear la fortaleza política clave para disciplinar a unos y otros en la definición de las porciones de ingreso de cada clase social que pueda fijar las condiciones para la preservación de las demandas de los trabajadores y, a la vez, sirva para evitar la aceleración de la inflación.

DE PACTOS Y TRAICIONES

La historia pasada de los pactos sociales en Argentina es muy variada y envuelta en el mismo tono de conflicto que caracteriza al presente llamado del gobierno. Entre las experiencias más importantes puede ubicarse el Congreso de la Productividad, convocado en 1955 por el Gobierno de Perón. La iniciativa fracasó por la pretensión de los empresarios de limitar los derechos de los trabajadores, a la vez que la CGT impulsó aumentos salariales por encima de lo previsto.

Casi dos décadas más tarde, se firmó el Pacto Social del 8 de junio de 1973, que tampoco pudo procesar el conflicto y terminó en la hiperinflación y el golpe de Estado de 1976. El pacto de Gelbard (gobierno), Rucci (CGT) y Broner (CGE) fue el más complejo, al ensayar el objetivo de constituir un programa económico y social integral, que incluía proyectos legislativos, como el impuesto a la renta potencial de la tierra (sic). Eran otros tiempos. Hubo un compromiso que incluía el congelamiento de precios y un alza general salarios. Luego se suspendían las negociaciones colectivas por dos años a condición de que los precios no se movieran. Pero el pacto no fue respetado. Los empresarios produjeron desabastecimiento; los sindicatos intensificaron el conflicto con reclamos adicionales de aumentos de salarios que desbordaban el liderazgo de las conducciones tradicionales.

Una década más tarde, en 1984, se lanzó la Conferencia Económica y Social, entre el gobierno, la UIA y la CGT. A poco de andar, la puja fue en ascenso y, agudizada por la aguda restricción de divisas que llevó a declarar la suspensión del pago de la deuda en 1986, condujo otra vez al desborde y la hiperinflación en 1989.

Tras esa experiencia, los acuerdos entre la CGT y UIA bajo el gobierno de Menem tuvieron un carácter enteramente diferente: se llevaron a cabo para flexibilizar el trabajo y privatizar la seguridad social. La intervención y arbitraje del Estado fue eclipsada por el dominio del mercado, y las regulaciones laborales fueron vistas como generadoras de desempleo, ineficiencia e informalidad. Con la convertibilidad, la necesidad de consenso quedó a un lado. El record de desempleo fue la política de ingresos del menemismo: fortaleció las condiciones para la desregulación laboral y modificó de raíz el sistema de fijación de salarios.

Implícitamente, todos estos pactos fueron una negociación entre clases y grupos sociales con un balance de poder diferente en cada etapa histórica. Las condiciones actuales son diferentes a las que caracterizaron las experiencias del pasado. El mercado laboral está fragmentado, y existen mayores dificultades para involucrar a la mayoría del universo asalariado en un acuerdo social. La economía se ha trasnacionalizado, con ramas enteras en manos de empresas extranjeras que muestran un deseo mínimo o nulo de asumir compromisos concertados. Y para colmo, las visiones sobre la política económica no podían ser más contrapuestas.

DEMANDAS INCOMPATIBLES

La UIA adelantó que buscará discutir el tipo de cambio, lo que supone una devaluación y con ésta una caída del salario real y del consumo interno. Los industriales reclaman además la reducción de la presión impositiva y la eliminación de los controles de precios. Moreno es aquí una excusa: se busca el objetivo de restringir al mínimo la intervención del Estado.

El sector agropecuario insiste en una rebaja de las retenciones y en eliminar las trabas a las exportaciones, lo que se traduciría en una caída salarial y (otra vez) una merma del consumo interno.

Además de disminuir las retenciones al maíz y al trigo, la Mesa de Enlace reclama una reducción gradual de las retenciones a la soja, de mejorar (¡subir!) los “bajos” precios de la carne y la leche. Por su lado, el gobierno descartó una devaluación aunque admitió que formarán parte del debate los impuestos a las exportaciones de granos, hoy en 35% para la soja y que en 2008 representaron casi 14% de la recaudación fiscal. A su vez, la CGT pidió al gobierno que convoque al Consejo del Salario para acordar un aumento del salario mínimo, actualmente en 1.240 pesos. En este marco, UOM (Unión Obrera Metalúrgica) reclama un aumento del 22 por ciento y promete un paro general de actividades.

Es obvio que las demandas de los diversos sectores en conflicto no son compatibles entre sí. La incompatibilidad de estos reclamos sobre el excedente se traduce, tarde o temprano, en inflación y, si ésta persiste, en caída del consumo y la inversión. Con un superávit fiscal cada vez menor, el gobierno comenzó a fines de 2008 a ajustar parte de los subsidios a los servicios públicos, subiendo indirectamente las tarifas, con el impacto que eso implica sobre el consumo.

En este contexto, asoma con fuerza una agenda ortodoxa: alza de tarifas, reducción del gasto (social), control de la inflación poniendo el salario como “ancla”, pago de la deuda con el Club de París, acuerdo con los tenedores de bonos que no entraron en el canje de 2005, etc. Esta agenda intenta legitimar el camino del ajuste. Aparecen opiniones acerca de que existirían “límites en el consumo como motor del crecimiento” y se reclama “concentrarse en la inversión”, como si fueran cosas separadas.

Hay una presión desequilibrante sobre el lado fiscal que termina induciendo políticas contractivas del gasto público, en un contexto donde el superávit fiscal se contrae. En tal marco, los economistas (ortodoxos) que forman opinión recomiendan enfáticamente que el gobierno haga el ajuste para restablecer los niveles de superávit previos. La incompatibilidad no podría ser mayor: por un lado se pretende que el Estado ceda recursos (baje impuestos a la UIA, reduzca retenciones al agro, etc.); por el otro, se le exige que aumente el excedente fiscal. En muchos casos, la incongruencia es groseramente manifestada al mismo tiempo y por los dos lados: reclamando rebaja de impuestos y mayor superávit. De hecho, el gobierno había concedido un menor superávit fiscal para enfrentar la crisis a través de un fuerte aumento en la inversión real directa del Estado (138 por ciento interanual en mayo), y de un aumento del 165 por ciento en las transferencias a las provincias. Es un poco la base mínima de una política keynesiana: ante un debilitamiento de la demanda agregada, el Estado debe jugar un rol expansivo (o menos contractivo).

Pero, claro, el achicamiento del superávit primario abre otro problema: cómo enfrentar los pagos de la deuda pública, que es a lo que se ha destinado el excedente fiscal en estos últimos seis años. Haciendo números gruesos, en todo este tiempo las retenciones a las exportaciones agropecuarias fueron a cancelar deuda. Ahora la frazada se achica y cada uno reclama no quedar a la intemperie. Es absurdo, luego de reclamar políticas contractivas y de glorificar al “campo”, que la Iglesia Católica y varios líderes de la oposición protesten contra el aumento de la pobreza. Por caso, la Coalición Cívica y otros sectores reclaman instrumentar una asignación universal por hijo de 200 pesos, lo que insumiría 25 mil millones de pesos anuales. ¿Cómo puede ser compatible este plan con la reducción de las retenciones y con el retorno al FMI?

EJES ALTERNATIVOS

Los ejes de una agenda progresiva deberían ser claros: una meta de crecimiento económico anual, un máximo de inflación tolerable concertado con premios y castigos, un compromiso de aumento de las exportaciones, una mejora en la distribución y en la reducción de los niveles de pobreza. Es una agenda simple, aunque parece lejana. Los trabajadores necesitan de la intervención del Estado para lograr la redistribución del ingreso, porque la sola vía de aumentos nominales de salarios solo es factible por periodos acotados en el tiempo y no puede ser la única y excluyente estrategia alternativa.

Si se dejan de lado las ideas románticas acerca de que los salarios nunca pueden ser “culpables” de la inflación (como si viviéramos en una economía socialista), debe entenderse que la inflación que deriva de la puja distributiva reduce el tipo de cambio en términos reales y disminuye la competitividad de la producción local. Luego, esto tiene efectos adversos sobre la inversión, la actividad y el empleo.

Finalmente, con la caída del empleo, se hace difícil la recuperación salarial.

Así, una redistribución sostenida del ingreso a favor de los asalariados solo puede resultar de una política de Estado. En este marco, un pacto debería fijar un conjunto de precios relativos (salarios, tasa de cambio y precios agropecuarios e industriales), que permitan lograr los objetivos mínimos de la agenda antes expuesta. Pero sería soberbia o inocencia pensar que la ignorancia de estos valores factibles es la causa del problema. El conflicto tiene una raíz estructural en intereses contrapuestos.

En tal marco, el pacto presupone que las diversas clases sociales pueden negociar sobre un programa mínimo, sea por acuerdo, sea por imposición de una sobre las demás. Así, un pacto progresivo debería apuntar a “disciplinar” a los empresarios mediante un plan que involucre metas cuantitativas explícitas, en términos de qué porcentaje del PBI debieran llevarse los salarios, cuánto la ganancia y cuánto el Estado. Para que el establishment no imponga su agenda ortodoxa, es el Estado quien, finalmente, debe imponerle a los grandes grupos económicos las pautas estratégicas de dicha redistribución.



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Crece tensión en Honduras a medida que se prolonga la crisis


La tensión política continúa ganando grados en Honduras cuando la resistencia pacífica llegó hoy a su jornada 24 y el gobierno de facto mantiene su negativa a una solución negociada de la crisis.

En un acto ayer, frente a la sede del Congreso, un discurso de una mujer humilde llamó la atención, no sólo por la gracia de su lenguaje de gente sencilla, sino por la exhortación a radicalizar la lucha antigolpista.

Si a "güevos" entraron, a "güevos" los vamos a sacar, exclamó, en medio de una ovación de los asistentes al plantón, convocado por el Frente Nacional contra el Golpe de Estado, que aglutina a los sectores populares.

No hay formas de medir hasta donde alcanza ese sentimiento de ira popular que puede estallar en cualquier momento, como la pólvora ante una chispa, pero algunas personas consultadas consideran que es muy amplio.


La dirección colegiada del Frente hace constantes llamados a mantener el carácter pacífico de las protestas e incluso creó una comisión de disciplina para evitar incidentes con los militares o actos vandálicos.

En la otra cara de esta moneda, el presidente de facto, el empresario Roberto Micheletti, dijo ayer que se mantendrá en el puesto hasta el 27 de enero de 2010, cuando vence el período del estadista depuesto, Manuel Zelaya.

El régimen surgido con la asonada militar del 28 de junio rechazó las propuestas de solución al conflicto, del mediador, Ã"scar Arias, presidente de Costa Rica, para reinstalar a Zelaya virtualmente atado de pies y manos.

El Frente antigolpista decidió proseguir este martes sus manifestaciones pacíficas, con marchas y plantones en Tegucigalpa y otras zonas del país.

En tanto, las tres centrales sindicales de Honduras convocaron hoy a un paro nacional para el jueves y viernes próximos contra el golpe de estado y en demanda del regreso de Zelaya.

El presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores (FUTH), Juan Barahona, informó a Prensa Latina que esos días volverán al paro los seis gremios del magisterio nacional.

Los maestros retornaron a las aulas ayer luego de una huelga de tres semanas iniciada un día después de la asonada militar, en una estrategia de lucha que incluye tres días de clases y los restantes en las protestas.

Barahona añadió que las demás fuerzas populares del Frente Nacional realizarán también acciones como la toma de carreteras, puentes, instituciones públicas y otras para paralizar el país.

Vamos a golpear a los golpistas donde más les duele: en sus bolsillos, aseguró Barahona.

Esta lucha no se detendrá hasta la derrota de los golpistas y sea restablecido en el país el orden constitucional, subrayó.

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Chávez pide fortalecer partido para garantizar socialismo

El presidente Hugo Chávez convocó hoy a fortalecer el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y convertirlo en una organización sólida y de masas en defensa del proceso de cambios y la construcción del socialismo.

En una llamada telefónica a Venezolana de Televisión, Chávez informó que próximamente se instalarán 15 mil "puntos rojos" en el país para la constitución de las patrullas (organizaciones de base) del PSUV.

Las patrullas, de las que se espera formar unas 200 mil, tendrán un máximo de 30 militantes y sustituirán a los "batallones" como célula básica de la organización, que estaban integrados por 300 personas.

Según la valoración de la dirección del partido, por su dimensión los batallones resultaron inoperantes para organizar a más de siete millones de militantes inscriptos, de los cuales se estima que unos tres millones no asistían a las reuniones y actividades regulares.

Con la formación de las llamadas patrullas en las comunidades de residencia se espera incrementar la participación activa de los militantes y aumentar la capacidad movilizativa del PSUV.

En su llamada telefónica, Chávez atribuyó un papel importante a las patrullas no sólo dentro de la estructura del partido, sino también en sus zonas de residencia, con una labor cotidiana para desmontar matrices de opinión contrarias al gobierno.

Ayer Rodrigo Cabezas, dirigente nacional del partido socialista, afirmó que la formación de patrullas precede a las actividades de preparación del segundo congreso de la organización en noviembre de este año.

En esa reunión deberán definirse los estatutos y la plataforma programática e ideológica para el proceso de transición al socialismo en el país suramericano.

El PSUV fue formado hace dos años ante el llamado de Chávez de unificar las divididas fuerzas de izquierda venezolanas como garantía de la irreversibilidad del proceso de cambios que encabeza desde 1999 y su proyección socialista.

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miércoles, 8 de julio de 2009

Multitudinaria marcha en Honduras en demanda de regreso de Zelaya

Escrito por Telesur
Martes, 30 de Junio de 2009

Tegucigalpa, 5 de julio.— Los hondureños se lanzaron este domingo a las calles de la capital para dar la bienvenida al presidente constitucional, Manuel Zelaya, frustrada por los militares golpistas al bloquear la pista de aterrizaje, en una tensa jornada que dejó dos muertos, por disparos de los soldados, y varios heridos.

Una multitud, calculada por sus líderes en cientos de miles de personas, marchó desde media mañana hacia el aeropuerto internacional de Toncontín, en la mayor de las protestas populares desde el inicio del golpe de estado la madrugada del 28 de junio pasado.

Los manifestantes rodearon el perímetro del aeropuerto coreando consignas a la espera de Zelaya, y lograron que se les franqueara el paso a la altura del puente de Comosa, ya en las cercanías del aeródromo.

Miles de personas se reunieron en la amplia avenida que bordea el aeropuerto hasta una colina a la entrada sur de la instalación, donde se encontraba un fuerte dispositivo de tropas antimotines y del ejército sobre la pista.

Un adolescente de 16 años que se identificó como Fernando Enríquez Sánchez relató a Prensa Latina que, cuando protestaban pacíficamente junto a la cerca perimetral, fueron increpados verbalmente por un comandante y atacados luego a tiros por los soldados. Añadió haber visto un impacto de bala en la parte posterior de la cabeza de un muchacho, que cayó a la vía pública, según pudo constatar después Prensa Latina.

Otros testigos explicaron que la otra víctima fatal fue una muchacha, alcanzada por un disparo en el rostro, quien murió camino al hospital.

Los soldados también lanzaron gran cantidad de granadas lacrimógenas contra la multitud, que se vio obligada a replegarse, pero tiempo después retornó a esa área coreando consignas como: Un pueblo unido, jamás será vencido.

El avión que conducía a Zelaya sobrevoló en dos ocasiones el aeropuerto al final de la tarde, pero fue impedido de aterrizar por el bloqueo de la pista dispuesto por tropas del ejército. El paso de la nave fue saludado con los brazos en alto por la enardecida multitud, que coreó: Ya viene MEL, el apelativo popular del estadista.

Dirigentes del Frente de Resistencia Popular, creado por las centrales sindicales, campesinas, organizaciones juveniles, estudiantiles, gremios magisteriales, ambientalistas, defensores de derechos humanos, entre otras, convocaron para mañana a una nueva marcha de protesta en la capital.

Las demostraciones antigolpistas tuvieron lugar también hoy en la ciudad de San Pedro Sula, a unos 250 kilómetros al norte de la capital, de acuerdo con reportes de medios independientes de prensa.

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Juicio por el Negrito Avellaneda


A proposito de los alegatos de la defensa:

Pocas veces los represores y sus abogados han sido tan contundentes y explícitos como en el Juicio por el Negrito Avellaneda, comenzando por los dichos del Gral. Riveros reivindicando la guerra contra la subversion y afirmando que del acta medica forense con la descripción del empalamiento y violación de Floreal "no surgían evidencias de torturas" hasta el discurso de ayer de descalificacón de los testigos, sobrevivientes todos al Terrorismo de Estado que resistieron la dictadura y la impunidad por más de treinta años, con argumentos seudo cientificos que se colocan en las antipodas del fallo de la causa 13 en que se afirma que dadas las carácteristicas de ejecución del plan sistemático, el testimonio de los sobrevivientes es la principal prueba que tiene la sociedad para hacer Justicia.

José schulman
Liga Argentina por los Derechos del Hombre

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Juicio por el Negrito Avellaneda


La defensa fue un ataque

Por Adriana Meyer. Página 12

“Detrás de cada testigo se esconde un enemigo de la Justicia.” La contundente y temeraria afirmación fue pronunciada ayer por la abogada defensora del policía Alberto Aneto, durante el juicio por el asesinato de Floreal Avellaneda y el secuestro de su madre, Iris Pereyra, que al finalizar su alegato pidió la absolución del represor ante el Tribunal Oral Federal de San Martín. La defensa consideró probados los hechos de los que fueron víctimas Iris y su hijo, el “Negrito”, pero insistió en que las testigos se “confundieron” porque las víctimas no habrían estado detenidas en la comisaría de Villa Martelli, sino en la de Munro.

La abogada Graciela Mastrángelo –que reemplazó a Elsa Berasain, que estuvo durante el juicio– intentó invalidar las declaraciones de la familia Avellaneda aludiendo a supuestas contradicciones de la víctima Iris Pereyra de Avellaneda. También apuntó que la jurisdicción del domicilio y la del lugar de trabajo de Floreal padre, la fábrica Tensa, corresponde a Munro. La defensa involucró en el secuestro de los Avellaneda al comisario de Munro, Walter Polidori, y al ex coronel del Ejército Jorge Calatayud, que era su superior e interventor en la comisaría. Según la abogada, el alias “Rolo” que escucharon los Avellaneda sería de Calatayud y no Aneto, su defendido.

Mastrángelo intentó plantear que en una situación de conmoción es difícil retener los detalles reales y con el tiempo la memoria se deteriora, por lo cual concluyó que los testigos no son confiables, que un testimonio “puede ser una obra quimérica de la imaginación”, para escalofrío de parte del público. El otro abogado de Aneto, Rafael Fernández Grenno, sostuvo que el Negrito Floreal no fue llevado a Campo de Mayo, sino a la ESMA, e insistió en que Aneto es ajeno a los hechos. El letrado pidió la investigación del personal de la comisaría de Munro. “No convirtamos esto en un nuevo caso Dreyfus” porque “esta vez el ‘yo acuso’ es de la defensa”, fue su cierre

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NO AL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS


Repudiamos enérgicamente el Golpe de Estado en la hermana República de Honduras, perpetrado contra el gobierno constitucional del presidente Manuel Zelaya. quien fue secuestrado y trasladado a Costa Rica, desde donde llamó a desconocer a "un gobierno usurpador". Hoy estaba prevista una consulta popular que era boicoteada por la oposición. La OEA se reunió de manera urgente y Unasur emitió, desde Chile un comunicado de repudio.

Golpe efectuado por las Fuerzas Armadas y sus socios civiles del Poder Judicial, del Congreso y de la Iglesia, y promovido por las multinacionales ligadas a la industria farmacéutica.

La decisión de estas mafias farmacéuticas es respuesta al acuerdo establecido por los gobiernos de Cuba y Honduras tras su ingreso al ALBA que incluía al importación de medicamentos genéricos desde la isla caribeña como forma de contrarrestar los altos precios de las medicinas.

Esto reafirma el accionar de las ultraderechas en aplastar a los gobiernos que bregan por la dignidad de los pueblos oprimidos de Nuestramérica y el mundo.

Realizamos un llamamiento a todas las organizaciones políticas, sociales, sindicales, partidarias, de derechos humanos, estudiantiles y populares, a solidarizarse con el pueblo hondureño y por la restitución del gobierno legítimo de Honduras.

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jueves, 2 de julio de 2009

Una primera lectura


Editorial de Nuestra Propuesta del 1º de julio de 2009

El resultado electoral del domingo no es sorpresivo, pero sucediendo y en las dimensiones políticas en que lo ha hecho, se convierte en un dato muy fuerte. Un derechazo que tuvo sus comienzos en 2008 con el protagonismo de la Sociedad Rural, los monopolios exportadores, la derecha política, también dentro del partido gobernante, y el poder mediático, que se dispusieron a defender electoralmente sus intereses y valores a partir de la crisis de gobernabilidad creada, al transformar las demandas sectoriales de un grupo en el significante y en una forma general de realineamiento de la derecha, aprovechando que los intereses concentrados del agro se convirtieron en el sentido común de una parte importante de la sociedad.

La derecha seguirá tratando de configurar su fuerza, ejerciendo una influencia mayor en el debate político y electoral, aunque no será fácil ya que es un conglomerado con contradicciones, de hecho el Pro en la ciudad de Buenos Aires redujo en un diez por ciento su caudal de votos, sin embargo, han dado pruebas de que no se los puede menospreciar “ni un tantito así”. Están acomodando sus cargas y elaboran el plan para 2011 o antes. Este bloque en el que los empresarios están a la cabeza, ahora se manifiesta abiertamente contra las nacionalizaciones, según las declaraciones de Macri días antes de la elección, autorizado por el clima favorable para un programa de derecha y para volver a los 90. Si bien no tienen liderazgo claro y algunos están chamuscados, Macri y De Narváez aparecen ya como la primera selección, gente de negocios y supuestamente eficiente. Si se piensa que Obama es cambio, pero no tanto, como lo indica Guantánamo, el bloqueo a Cuba o que la CIA está atrás de Honduras, habría que pensar que tendrán apreciable ayuda del norte. Entre tanto Wall Street festejó el resultado electoral en Argentina.

Por otra parte la crisis de gobernabilidad tiene su origen en por lo menos dos aspectos. Uno es el de las numerosas acciones del gobierno en las relaciones con la región, a partir de un hito determinante, como fuera Mar del Plata y el entierro del Alca, siguiendo con notorios hechos internacionales no formales y acciones consideradas peligrosas por el sistema, las nacionalizaciones en particular. Otro es que Kirchner, saltando de transversal a PJ, no constituyó fuerza política, sin la cual le queda solo conciliar intereses múltiples y muy contradictorios, ya que el bloque de alianzas iniciales se le desarmó. Y no se trata de los modos del equipo gobernante, no es porque sean peleadores, soberbios o autoritarios. Hay causas de fondo.

La Presidenta se fue en detalles en la conferencia de prensa brindada el lunes, pero en realidad esta afrontando una crisis de gobernabilidad acrecentada por el impacto del resultado electoral, no precisamente en Calafate, sobre todo porque la nueva fuerza de derecha que se constituye esperaba esto para profundizar la crisis. Es muy importante la actitud del oficialismo, porque de estas situaciones no se sale cediendo ni tratando de recomponer, sino profundizando, ubicando con más riqueza e intensidad el concepto de gobernabilidad, ya que si se confía solo a la institucionalidad, al Parlamento y sus acuerdos, los peligros y el deterioro serán fáciles. Claro que hay que valorar altamente en el Congreso a un grupo de diputados actuales y otros que se suman al Parlamento, casos Sabbatella y Heller en particular, que adquieren gran responsabilidad para lograr un accionar autónomo que les permita alianzas para empujar leyes como la de medios audiovisuales, entidades financieras y otras.

Un hecho sobresaliente en la jornada electoral fue el resultado de Pino Solanas, que hizo una gran elección. De un piso elevado creció rápidamente al quince por ciento y logró en un poco más de una semana una corrida que lo llevó al veinticuatro por ciento y al segundo lugar. Más allá de las particularidades en la composición del voto, en el que puede haber cantidad importante de castigo al gobierno nacional, es un elemento de fuerza que debería ser puesto al servicio de la pelea por frenar la escalada de la derecha y construir una fuerza alternativa unitaria, profunda, que trascienda el reclamo por la soberanía nacional y los recursos naturales y se ubique en un plano de unidad latinoamericana y caribeña.

Pero la gobernabilidad esta fundada también en la participación y protagonismo social. Y esta cuestión del poder popular es la que evidencia más claramente una crisis de alternativa real. En la izquierda no hemos logrado construir aún una fuerza nueva y la vida demuestra con empeño la urgencia de hacerlo.
No se concibe una fuerza nueva, de alternativa al capitalismo, al neoliberalismo que se aproxime a la idea de socialismo siglo 21, sin sólidas bases de poder popular.

Vale señalar las variadas experiencias realizadas en todo el país en el periodo electoral que señalan un gran esfuerzo de acuerdos y alianzas unitarias, básicas para desarrollar estos objetivos.

Por su parte el PC ratifica que su fuerza está al servicio de este propósito.

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  © protagonistas delsur de Gustavo Cano para www.protagonistasdelsur.blogspot.com 2009

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