lunes, 31 de agosto de 2009

Tres al hilo.

Por Eduardo Aliverti

Estos días son testigos de que la política argentina conserva una dinámica notable. Si se está de acuerdo o no con aquello que se mueve es otro tema.
Sucedieron tres cosas, reveladoras de que lo impensado puede ocurrir gracias a la participación y la lucha de los actores sociales más incansablemente inquietos. Una es la desincriminación del porro, para ponerle un título que, quizás, es lo que mejor les baja un cambio a los bíblicos salames mediáticos que hablan de la “despenalización de las drogas”. Gracias al fallo de la Corte se abrió la puerta, apenas pero nada menos, para que en vez de destinar un paquete incontable de plata y recursos humanos a perseguir fasitos y perejiles se lo haga contra los narcos sin joda, o aunque sea para programas serios de prevención. Detrás de esa sentencia, hubo el alerta constante de muy numerosos especialistas, analistas, psicólogos sociales, penalistas, intelectuales, que no se cansaron de advertir sobre la sinrazón de combatir a la droga con criterios represivos minimalistas. La caída del Fino Palacios es el segundo episodio. Macri se jugó una batalla personal en la defensa de ese sujeto que anda por la vida rodeado de sospechas y acusaciones gravísimas, que nunca pudo despejar. Sin embargo, las denuncias y la militancia de los organismos de derechos humanos, entre otros, tuvieron una potencia superior al ensimismamiento con que el alcalde de Buenos Aires respaldó a su vigilante. Y el Fino abandonó. Si lo que lo reemplaza es igual o peor será motivo de otra pelea que los incansables no vacilarán en dar.
Y la presentación del proyecto de ley de Medios Audiovisuales, por supuesto. Es el que más pasiones naturales e inducidas enciende. Visto el incendio provocado por la propuesta, con llamas de un tamaño que obligan a retroceder hasta el clima del segundo gobierno de Perón, conviene dividir razonamientos sin ninguna esperanza de éxito. Los que odian y los que aman al kirchnerismo no quieren escuchar nada de nada y se oponen o apoyan desde el prejuicio incondicional. Y quienes intuyen que deberían tener una mirada más o menos parecida a lo equidistante, porque no confían ni en los unos ni en los otros, coinciden con los demás en que no leyeron ni una mísera línea del proyecto. No son únicamente los dirigentes de la oposición y voceros periodísticos varios, sino también la “gente del común” que no siente, ni por asomo, que cambiar la ley de radio y televisión sea un asunto prioritario. El trabajo, la “inseguridad”, los precios, el alquiler, la escuela de los chicos, el paco, la vivienda, quedan a años luz por delante de considerar que lo que sale por los medios tiene relación íntima con el trabajo, la “inseguridad”, los precios, el alquiler, la escuela de los chicos, el paco, la vivienda. Como ésa es una discusión probablemente irresoluble, por lo menos pongámonos de acuerdo en que, en política, es impresionante que después de 26 años se haya podido presentar un proyecto de radio y tele que sustituya al de la dictadura. ¿Porque, o sólo porque, los K libran una guerra individual contra Clarín y viceversa? No: porque después de 26 años siguió habiendo quienes aprovecharon cada hendija, cada oportunidad mediática, cada mesa redonda y conferencia y charla y congreso sobre comunicación que parecían inútiles, cada afiche, cada entrevista, cada declaración personal o institucional, para llamar la atención sobre el bochorno de que no se pudiera derogar la ley de los milicos. Y si luego ocurre que los vectores circunstanciales que implementan esa energía son gente que no nos gusta, pues repasen el Upa de la dialéctica para recordar que hay las contradicciones principales y las secundarias. De lo contrario se cae en una lógica binaria espantosa, que preconcibe buenos y malos absolutos, descontextualizados. Y su efecto -más allá o más acá de las increíbles campañas de los medios- es entre otros el espectáculo deplorable a que asistimos por estas horas, sobre todo en las radios, con gente que putea a los gritos sin tener ni la más remota idea del objeto de estudio.
¿Qué tiene esa gente en la cabeza? ¿Imagina que una ley habilitará exiliar periodistas? ¿Piensa que arriba la Gestapo o el zurdaje que preocupa a Mirtha, y que los medios serán ocupados por monstruos orwellianos que pingüinizarán la vida cotidiana? Como sea, la batalla no se libra con los (tal vez) representativos sino con los significativos. No es Doña Rosa la que define. Y eso quiere decir un escenario de disputa entre aquellos con capacidad de incidir en la construcción de sentidos. Excluidos los que no saben de lo que hablan, hay que concentrarse en los que sí lo saben pero, precisamente por eso, intentan meter todos los goles con la mano. No hay hasta ahora una sola crítica técnica a la propuesta. Ni una. Y es que, si la hubiera, en lugar de anclar el cuestionamiento en razones de política (de negocios) y temor al apriete de los grandes grupos mediáticos, habría serias dificultades para oponerse. Repasemos algunas preguntas. ¿Cómo se hace para estar en contra de reducir en más de un 50 por ciento la cantidad de licencias de radio y tevé que puede operar un mismo licenciatario? ¿Cómo se cuestiona que un tercio del espectro pueda pelearse para el sector público no gubernamental? ¿Cómo se enfrentan a que un mismo grupo no pueda disponer de las redes tecnológicas, la producción de contenidos y su distribución? ¿Cómo se las ingenian para denostar un convite que recoge grandes porciones de legislación estadounidense y europea, y definido como ejemplaridad mundial por el Relator de las Naciones Unidas para la Libertad de Expresión? ¿Cómo hacen? Está claro cómo hacen: hablan a la bartola de un ataque a la prensa, no contrastan ni siquiera un proyecto alternativo, esparcen que el país está incendiado. A esta altura ya no se sabe quién fue el autor de la frase porque es atribuida a unos cuantos, pero eso no invalida su solidez: atacan como partido político, y se defienden con la libertad de prensa.
El kirchnerismo es muy sospechoso en varios aspectos, uno de ellos es su relación con la prensa y, ya que estamos, se ha llegado a esta instancia tras muchos intentos de negociar y beneficiar a los factores de poder corporativos que hoy enfrenta. Pero nada de eso concede que, puestas las cosas en el terreno -otra vez- dialéctico de que hoy se trata, el partido mediático y sus sucedáneos no se animen ni tan apenas a debatir. O, peor todavía, que propongan el cruce para las calendas griegas del año que viene, cuando arrancará la desembocadura de las elecciones presidenciales del 2011. Encontrar para ese entonces diputados o senadores que se animen a votar en contra de los intereses mediático-corporativos llevaría el tiempo de búsqueda del eslabón perdido.
Dicen que esto no se puede aprobar contrarreloj y tienen razón. Pero es que hace 26 años que no es el momento. 26 años. Toda nuestra vida en democracia hace que no es el momento, miserables

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viernes, 28 de agosto de 2009

Bueno muchachos: Tudo bom, Tudo Legal.


“La Corte no ordeno la despenalización general del consumo de marihuana”, señala el comunicado que ayer hicieron circular para evitar malas interpretaciones. Sin embargo los titulares omitieron dicha aclaración y, así, el debate vuelve a instalarse.
Pero la discusión sobre perseguir o no a los consumidores (”perejiles”) bajo ningún punto de vista puede ser tomado como parte fundamental para la solución de las exigencias que se nos plantean como sociedad ante esta problemática.
La Justicia, podemos afirmar, jamás se encuentra ajena de los climas políticos. Este fallo no seria posible sin el impulso que funcionarios, como Aníbal Fernández, realizan para instalar estos temas, sin la presentación que se realizo en la ONU en conjunto con Uruguay o sin los nuevos aires que circulan en la Casa Blanca con Obama. En el comunicado se atajan y aclaran una y otra vez sobre los limites del fallo, “La Corte no se expidió ni legitimó el consumo con ostentación hacia terceros, ni aquel con intención de comercializarla y solo se refirió a la marihuana”.
Por unanimidad los jueces consideraron inconstitucional penalizar la tenencia de estupefacientes destinada al consumo personal porque implica una intromisión en el ámbito privado y libertad personal. Por tanto, el articulo 14 de la Ley de Drogas (23.737), que pena al consumidor, viola el articulo 19 de la Constitución, donde se establece que “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados”.
Un argumento liberal que muchos liberales del siglo XXI se esfuerzan en denostar en pos de mayor control social.
El Comité Científico Asesor en Materia de Control de Trafico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias y Criminalidad Compleja, coordinado por la fiscal de instrucción porteña Mónica Cuñarro e integrado por los jueces Roberto Falcone, Martín Vázquez Acuña y Patricia Llerena; el camarista Horacio Catani; el sociólogo Alberto Calabrese; la psicoanalista Eva Giberti, y los especialistas Carlos Damín, Alicia Gillone y Mónica Nápoli, trabaja desde marzo de 2008 en la redacción de un anteproyecto para reformar la ley de drogas. Con este fallo se allana el camino para que se eleven las propuestas legislativas que el propio gobierno, a través de este comité, intenta impulsar. Recordemos que guardan bajo 7 llaves el anteproyecto, aunque se sabe que buscarán llevarlo al congreso en las próximas semanas y que los tres ejes principales son: El aspecto Salud-Asistencial, el Económico y el Penal.
Deporte, trabajo, educación, cultura son algunos de los ejes principales para atacar el consumo, para dosificarlo. Si falla la prevención hasta ahora seguía la persecución, con este fallo estamos un paso más cerca de concretar que el paso siguiente sea el tratamiento de la enfermedad y no en forma de delito.
Hay que diferenciar usuario, abusador y dependiente. No todo es lo mismo. También hay que comprender las circunstancias que nos rodean. No es lo mismo Europa que América del Sur.
Debemos actuar.
La Iglesia y todo el arco político de derecha ya salió a cuestionar el fallo; la prensa en general no ha cedido su posición ultraconservadora. Se viene el debate legislativo y nuestra argumentación no puede basarse en los argumentos liberales que esbozan ”con mi cuerpo hago lo que quiero y punto” o favorecer la persecución sobre los jóvenes. Optamos por la despenalización pero nuestro debate principal pasa por impulsar la prevención, asistencia e inclusión. La solución a estas problemáticas no puede pensarse sino de manera integral con el resto de las problemáticas que favorecen conductas de dependencia y autodestrucción.
Si la información va a estar en manos de los empresarios de los medios que hoy dirigen el monopolio comunicacional estamos en el horno. La pregunta es cómo llegará esta información a los barrios que no tienen movimientos, agrupaciones o estén organizadas para brindar información y romper con la (¿invisible?) dictadura de la palabra impuesta. Es verdad: Clarín miente, pero ojo, no es el único.
Con Suecia y Holanda esta todo bien, pero nosotros estamos en Argentina, las condiciones de vida no son las mismas y la situación de los y las pibas que consumen son muy distintas. En cuestiones económicas, de acceso a la información y posible tratamiento.
La imagen del estudiante o hippie (”Jipi” se dice, nos enseño Capusotto) que sale a la plaza a fumarse un porrito acá no va. Las problemáticas de los dependientes, cuando son pobres muchas veces llevan a la muerte, la cárcel o el infierno. Una mirada contemplativa, simplemente liberal, seria cómplice. Hoy el Estado es garante de la pesadilla, con una policía que controla y organiza, una justicia que hasta ahora, abría 26.ooo causas (de las cuales el 70% son por tenencia) y un SEDRONAR que nunca estuvo a la altura de las circunstancias, solo preocupado en amontonar pibes y pibas.
Para cambiar las cosas, sacar al lucro del centro del universo y poner al ser humano y la naturaleza, necesitamos de todas nuestras neuronas y habilidades, necesitamos estar en las mejores condiciones, ni adormecidos ni dependientes. La despenalización de la tenencia para uso personal en si no sirve, pero bien acompañada es otra cosa. Esa es nuestra tarea. Por ahora se abrió el debate después de muchos años en que solo se aplicaba la represión.

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Juventud Nuevo Encuentro

La Juventud de Nuevo Encuentro expresa su repudio a la masacre de Trelew realizando una pintada frente al andén de la estacion Ituzaingó.

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martes, 18 de agosto de 2009

ARTE PARA RESISTIR



El día lunes 17 de agosto, en la ciudad de Ituzaingo, en homenaje al libertador de América Gral. Don José de San Martin, la Juventudes políticas que conforman el espacio de Nuevo Encuentro, realizaron un mural conmemorativo con la consigna “La patria es nuestra América, seamos libres lo demás no importa”. Los militantes juveniles expresaron a través de esta actividad su compromiso con la construcción de una patria grande y liberada. Es por esto que la reivindicación del reclamo en contra del golpe de estado en el hermano país de Honduras no podía dejar de estar presente.




JUVENTUD NUEVO ENCUENTRO ITUZAINGO




Juventud EDE - Federación Juvenil Comunista - Juventud Socialista -Juventud Instrumento Ate - Juventud Libres del Sur

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  © protagonistas delsur de Gustavo Cano para www.protagonistasdelsur.blogspot.com 2009

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