domingo, 17 de mayo de 2009

Juicio X El Negrito. Seguimos luchando.


El lunes 11 de mayo, en los Tribunales de San Martín, se llevo adelante una nueva audiencia del Juicio por Floreal “Negrito” Avellaneda, cuyos principales acusados del allanamiento de la casa de los Avellaneda, el secuestro y tortura de Iris y el “Negrito”; y el posterior asesinato por empalamiento del joven comunista de 15 años, son Santiago Omar Riveros, responsable militar de Campo de Mayo y del Primer Cuerpo del Ejercito; Fernando Verplätsen, Jefe de Inteligencia de la Policía; y Aneto como torturador e integrante de la patota que irrumpió en la casa de la familia Avellaneda el 15 de abril de 1976.

Esta audiencia, la cuarta desde que comenzó el juicio, contó con la declaración de los principales testigos de la causa: Iris Etelvina Pereyra de Avellaneda, Floreal Avellaneda, Arsinoe Avellaneda y Azucena Avellaneda, ambas tías del “Negrito”.

Fue una jornada llena de tensión y emociones, sentimientos que se entremezclaban con la incertidumbre y la alegría de la familia, abogados y camaradas del Partido y la FEDE, que asistieron en gran número a San Martín, reventando de gente la sala de audiencias y la puerta de los tribunales, fruto de mas de 33 años de lucha y trabajo de Iris y Floreal, del Partido Comunista, de La Liga Argentina por los derechos del Hombre y de otras tantas organizaciones que exigieron justicia para el “Negrito” como el derecho de la Federación Juvenil Comunista de ser querellante en un juicio por el asesinato de un miembro de su organización: de un camarada, de un hermano.

Como estaba pautado, la audiencia comenzó pasadas las 9 hs, con la lectura de dos textos del expediente. Luego, comenzaron las declaraciones. La primera en prestar declaración en carácter de testigo fue Iris, la mamá del “Negrito”, y podemos decir también, la mamá de la FEDE, quien provocó el primer estallido de la gente al “jurar por los 30 mil desaparecidos”. Ello significo la primera advertencia por parte de la Presidenta del Tribunal, la Doctora Larrandart, de desalojar la sala. Pero mucho no pareció importarle a los que estaban acompañando a Iris y a Floreal en este día tan especial. El publico, sus camaradas y compañeros fueron el pilar emocional para la familia del “Negrito” que tras 33 años, tenían que reconstruir el horror, transformar el dolor en datos certeros, concisos, concretos, que permitiesen una declaración lo mas sólida y coherente posible, con los nervios propios de emprender tarea de tamaña envergadura y ante el acoso (permitido por el Tribunal) por parte de los abogados de la defensa que constantemente intentaron hacer entrar en contradicción a Iris, preguntando tres, cuatro, cinco veces lo mismo, sin recordar las palabras de Aneto: con los comunistas no se puede. ¡Así es! y mal que les pese, nuevamente, no han podido. “Me sentí acosada, pero somos leonas” dijo la mamá del “Negrito” al salir de la sala de audiencia.

Iris estuvo certera en su declaración, contundente y sagaz. La abogada defensora de Aneto pregunto en relación a como había reconocido a su verdugo: “¿Cómo puede saber que estaba nervioso si no lo veía?”. “Usted no sabe todo lo que se puede percibir en una voz” contesto Iris.

“¿Con qué asiduidad y en qué horarios la torturaba? ¿Cómo estaban vestidos cuando la fueron a buscar a su casa?” Con ese tipo de preguntas (33 años después), la abogada de genocidas, Elda Berasain, intentaba generar vacios en la declaración de Iris que luego pudieran ser usados en defensa de Aneto. “No puedo recordar tanto detalle, son 33 años, tardó demasiado en llegar este juicio”; “No puedo describirlo, era tal la desesperación porque nos estaban atacando. Vine acá para saber qué pasó con mi Negrito”.

“Esto es indignante, pasaron más de 30 años y los verdugos pretenden precisión”. La querella sintió en Larrandart una dureza que fue interpretada como maltrato a los testigos, ante lo cual, Guadalupe Godoy, abogada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, sentencio que los jueces deben recordar “que su deber es proteger (a los testigos) y que las Naciones Unidas establecieron una serie de directrices, asumidas como compromiso por los Estados miembros, en cuanto a que el acceso a la justicia nunca puede implicar una nueva revictimización de las víctimas que dan su testimonio”.

Tras la declaración de Iris y un cuarto intermedio dispuesto por el tribunal, fue el turno de Floreal, padre del “Negrito” a quien fueron a buscar esa noche de abril de 1976. “Siempre tuve la conciencia de que los obreros luchen por un salario digno, y mi hijo se afilió a la Juventud Comunista porque había vivido eso en casa”; “No vinieron a buscar a la familia Avellaneda, acá hubo una metodología para imponer un sistema neoliberal y esto llevó a destruir una generación”. Fue tan contundente la declaración de Floreal, que la defensa solo hizo una pregunta. No había lugar a dudas en el relato de los hechos.

Pero sin dudas, que la gran declaración de la jornada, fue la de Arsoine Avellaneda, tía del “Negrito”, que con sus mas de 80 años, brindo una exposición puntillosa, detallada, que sorprendió a propios y extraños. Conciente de que su testimonio era vital para reconstruir los hechos y hacer justicia, pudo descargar esa “mochila con la que cargue toda mi vida”. “Crónica dijo que habían aparecido cadáveres en Uruguay, uno de ellos con un tatuaje como el que se había hecho el Negrito. Confirmamos con las huellas que era él, y por fotos del cadáver supe la forma aberrante en que lo habían matado, por empalamiento, tenía la región perianal destrozada”.

En la sala de audiencias, se hicieron presentes, la Diputada Nacional, Diana Conti y la Secretaria de derechos Humanos del Municipio de Morón, como así también, compañeros de distintas espacios y organizaciones de derechos humanos.

Mientras, en la puerta de los Tribunales, sobre la Av. Balbín, a pesar del frío, la lluvia, de ser un día laborable, centenares de personas, jóvenes en su mayoría, con bombos y banderas del Partido, la FEDE, el MTL y la Liga, le hicieron el aguante a la familia. Así, en el transcurso del primer cuarto intermedio, se improvisó un acto que contó con las intervenciones de Patricio Echegaray, José Ernesto Schullman, Carlos Zamorano y Jorge Brioso. “El Negrito vive, volvió, está con nosotros. Y su muerte no fue en vano. Por que el lucho por ser parte de una América integrada en un proceso revolucionario, como lo esta Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador” sentencio Schullman. A esa altura, Iris y Floreal, ya sentían el calor de sus camaradas y compañeros, en cada “Negrito presente” como si fuera un grito de guerra, con el puño en alto, apuntando al cielo, donde el “Negrito” se re-encontró con Juan Ingalinella y Jorge Calvo; y donde juntos luego recibieron al ciego y al “Teniente Rodolfo”. Ellos, ya tomaron el cielo por asalto. Ahora, esperan, junto a nosotros, que reivindiquemos sus muertes de la única manera posible: con la Revolución. ¡En eso estamos!

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  © protagonistas delsur de Gustavo Cano para www.protagonistasdelsur.blogspot.com 2009

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